AQUELLOS TIEMPOS




AQUELLOS TIEMPOS



Hace rato me acordé de Camerina. Aquella anciana grata que fue mi abuela. Yo la conocí , debe haber sido cuando tenía unos cuatro años. Ella seguía con su vida y yo me fui por la mía .
Sin embargo como la sangre llama, una vez que andaba escapándome de la esclavitud del agua y el yeso, opté por pedir ayuda a la gentil señora.

Mi abuela me dio abrigo y cobijo, su manera de manifestar aprobación hacía mí , se fundamentaba en que cuando llegaba la hora de desayunar , sacaba de su vitrina con llave , uno par de huevos de los que tienen el cascarón un poco más rojo . Esos huevos eran de granja y mi abuela no se los daba a los otros habitantes de la casa porque ellos eran unos auténticos huevones que no hacían ni por lo más sencillo . No eran capaces de tomar una escoba y barrer los patios , de echarle agua a las macetas , mucho menos de lavar las ropas de las camas .

Una vez que debe de ser por los años de 1972 , mi abuela cayó enferma , su semblante representaba a una mujer sin ganas y su desmejoría se podía descubrir con solo mirarla .

Si no me engaña la memoria , serían como las seis treinta de esa mañana, cuando entré a su habitación para despedirme de ella . Ese día ella saldría para el estado de Durango , allá por la parte más al norte de México . Le dije que ya me iba a la escuela , cursaba la escuela secundaria en el tercer grado . Miró con ojos de despedida y supe que ya no la volvería a ver .

Me encargó que le diera agua a sus plantas de helechos , que las debía regar cada tercer día . Me dijo que cuando estuviera en Durango , compraría una casa en donde próximamente viviríamos . Yo me volvería provinciano y tendría un desarrollo diferente .

Mi abuela se fue , y le dije adiós....

Por la noche en conversación con Fernando me preguntó como la había visto por la mañana . Le expliqué que era probable que muriera . Y así fue..

Una mañana de madrugada llegó Pepe , tocó la puerta con insistencia y nos dijo que acababa de recibir una llamada en dónde le comentaron que mi abuela había muerto .
Dicen que esa noche , cenó ligero , que habló sobre la posibilidad de su muerte , y que consideraba que los bienes que ella poseía y que eran a su vez el legado que le dejó mi abuelo el general pasarían por su disposición a Fer y a mí . Sin embargo su voluntad no fue cumplida debido a que los buitres de mis tíos , se apropiaron de todo los enseres . Mi abuela tenía centenarios , relojes que nunca usó , tenía pulseras y trajes sastres vajillas de platos completos , licuadoras , medallas , y ropa del brigadier . Ella guardaba documentos de índole histórico , cuan valiosos serían . De todo dispusieron como ladrones . Entraron con sigilo , limpiándo la casa materna .

Después al filo de las 12 y treinta de la noche , me encontré a Fernando parado sobre la avenida Revolución , me dijo que no había nada, que la casa estaba sin nada . Entré con un palo en la mano , estaba oscuro , recorrí todo y pude contemplar que el saqueo fue infame .
Mi abuela murió sin sangre , dicen que arrojó toda , debido al cáncer. Pero ella está ahí sin duda , recordándome que me dio todo lo que soy hasta ahora...

Material de archivo de Alfredo Arrieta Ortega.
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
Gatodelperro2000@yahoo.com.mx
alfredoarrieta@terra.com.mx
México.


Posted by Alfredo Arrieta at 5:11 PM
Newer Post Home

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA BRUJA - Letra