DE LA MUERTE DE EMILIANO ZAPATA



DE LA MUERTE DE EMILIANO ZAPATA


ESCUCHEN, señores , oigan el corrido , de un triste acontecimiento; pues en Chinamenca fue muerto a mansalva Zapata , el gran insurrecto.
Abril de mil novecientos diecinueve , en la memoria quedarás del campesino como una mancha en la historia .

Campanas de Villa Ayala, ¿ por qué tocan tan doliente?
Es que ya murió Zapata y era Zapata un valiente.

El buen Emiliano que amaba a los pobres quisos darles libertad ; por esos los indios de todos los pueblos con él fueron a luchar.

De Cuautla hasta Amecameca, Matamoros y el Ajusco, con los pelones del viejo don Porfirio se dio gusto.

Trinitaria de los campos de las vegas de Morelos, si preguntan por Zapata dí que ya se fue a los Cielos.

Le dijo Zapata a don Pancho Madero cuando ya era gobernante: Si no das las tierras , verás a los indios de nuevo entrar al combate .

Se enfrentó al señor Madero, contra Huerta y a Carranza, pues no le querían cumplir su plan que era el Plan de Ayala.



Corre, corre, conejito, cuéntale a tus hermanos: ¿ Ya murió el señor Zapata, el coco de los tiranos¡

Montado con garbo en yegua alazana, era charro de admirar; y en el coleadero era su mangana la de un jinete cabal.

Toca la charanga un son de los meros abajeños; rueda un toro por la arena, pues Zapata es de los buenos.

Una rana en un charquito cantaba en su serenata: - ¿ Dónde hubo un charro mejor que mi general Zapata?

Con mucho entusiasmo aplaude la gente y hartas niñas concurrieron, que el jefe Zapata y sus generales donde quiera se lucieron .

Con jaripeo celebraba su victoria en la refriega , y entre los meros surianos , que es un charro, nadie lo niega .

Camino de Huehuetoca preguntaba así un turpial: _ Caminante, ¿ qué se hizo del famosos caporal?

Nació entre los pobres , vivió entre los pobres y por ellos combatía, - NO quiero riquezas , yo no quiero honores-, a todos así decía .

En la toma de Jojutla dice a un mayor de su gente: - ¡ Tráete al general García que le entre conmigo al frente ¡

A la sombra de un guayabo cantaban dos chapulines: _ ¡ Ya murió el señor Zapata, terror de los gachupines ¡

Fumando tranquilo se pasea sereno en medio de los balazos, y grita : - ¡ Muchachos , a esos muertos de hambre, hay que darles sus pambazos¡

Cuando acaba la refriega perdona a los prisioneros , a los heridos los cura y a los pobres da dinero .

Estrellita que en las noches te prendes de aquellos picos, ¿ dónde está el jefe Zapata que era azote de los ricos?

Cuando yo haya muerto- dice a un subalterno-, les dirás a los muchachos : con la arrma en la mano defiendan su ejido como deben ser los machos .

Dice a su fiel asistente cuando andaba por las sierras: _ Mientras yo viva , los indios serán dueños de sus tierras.

Amapolita olorosa de las lomas de Guerrero, no volverás a ver nunca al famosos guerrillero.


Con gran pesadumbre le dice a su vieja : _ Me siento muy abatido, pues todos descansan, yo soy peregrino, como pájaro sin nido.

Generales van y vienen dizque para apaciguarlo ; y no pudiendo a la buena un plan ponen pa´engañarlo .

Canta canta , gorrioncito , dí en tu canción melodiosa: Cayó el general Zapata en forma muy alevosa .

Don Pablo González ordena a Guajardo q ue le finja un rendimiento, y al jefe Zapata disparan sus armas al llegar al campamento .

Guajardo dice a Zapata: _ Me le rindo con mi tropa, en Chinameca lo espero, tomaremos una copa .

Arrollito revoltoso, ¿ qué te dijo aquel clavel? – Dice que no ha muerto el jefe , que Zapata ha de volver .

Abraza Emiliano al felón Guajardo en prueba de su amistad, sin pensar el pobre que aquel pretoriano lo iba ya a sacrificar .

Y tranquilo se dirige a la hacienda con su escolta; los traidores le disparan por la espalda a quemarropa.

Jilguerito mañanero de las cumbres soberano, ¡ mira en qué forma tan triste ultimaron a Emiliano¡

Cayó del caballo el jefe Zapata y también sus asistentes.

Así en Chinameca perdieron la vida un puñado de valientes.

Señores ya me despido , que no tengan novedad .

Cual héroe murió Zapata por dar tierra y libertad.

A la orilla de un camino había una blanca azucena, a la tumba de Zapata la llevé como una ofrenda...


El corrido mexicano de Vicente T Mendoza. Colección popular .
Material de archivo de Alfredo Arrieta Ortega,

México.

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Posted by Alfredo Arrieta at 12:28 PM

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