DETRAS DE LA NOTICIA

DETRÁS DE LA NOTICIA.]

Canción para Joan Manuel

Ricardo Rocha

Gloria a Dios en las alturas/recogieron las basuras/de mi calle ayer a oscuras/ y hoy sembrada de bombillas.
Hoy me nace desde el fondo de las entrañas dejar el miasma de la política y privilegiarme hablando de ti. De lo mucho que has significado en las vidas de todos nosotros. De lo que tú eres y seguirás siendo siempre, hasta que el cuerpo aguante.
Por tus canciones de amores y desamores, de ensueños y mares, de sol y llanto y de tus lecciones estremecedoras que en pocos versos nos dicen cómo es el mundo.

Hoy el noble y el villano/el prohombre y el gusano/ bailan y se dan la mano/ sin importarles la facha. Juntos los encuentra el sol/ a la sombra de un farol/ empapados en alcohol/ manoseando a una muchacha. Y con la resaca a cuestas/ vuelve el pobre a su pobreza/vuelve el rico a su riqueza/ y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal// la zorra pobre al portal/ la zorra rica al rosal/ y el avaro a las divisas.

Por eso fuiste nuestro compañero en el 68, cuando ya te traíamos pegado al corazón de tanto cargar tu disco de un lugar a otro, ¿ te acuerdas?. Yo creo que sí porque, aunque no estabas, ahí andabas con nosotros en las carrereadas pintas de bardas nocturnas o juntando la solidaridad popular en aquellas alcancías inolvidables a bordo de los camiones urbanos. A veces creo que era tú quién nos alertaba de los policías que subirían en la próxima parada y hasta a ti había que esconderte, porque ya desde entonces también te acusaban de subversivo.

Cuánto valor nos diste para oponernos a los amordazamientos de la injusticia y del odio.
Ese con quién sueña su hija/ ese ladrón que os desvalija/de su amor, soy yo, Señora... De nada sirvieron las monjas/ni los caprichos y lisonjas/que tuvo a granel Señora.
No la educó, ya ,me hago cargo/ un soñador de pelo largo/ ¿ Qué le va usted a hacer, Señora?... Póngase usted un vestido viejo/ y de reojo en el espejo haga marcha atrás Señora. Recuerde antes de maldecirme que tuvo usted la carne firme y un sueño en la piel Señora...

Luego tu generosidad joven para decirnos que no se trataba de romper con el pasado, sino de alumbrar el futuro. Por eso nos trajiste al presente a los poetas del ayer que nos cimbraron el hoy, como aquél Miguel que murió tan tierno. Y que desde las rejas de la ignominia supo alimentar a su hijo y a todos quienes le oímos, con el pan sacratísimo de la dignidad, como único alimento indispensable.

En la cuna del hambre/ mi niño estaba/ Con sangre de cebolla/se amamantaba/ Pero tu sangre/ escarchada de azúcar/ cebolla hambre... Al octavo mes riés/ con cinco azahares/Con cinco diminutas/ ferocidades/ con cinco dientes/ Como cinco jazmines/ adolescentes. Frontera de los besos/ serán mañana/ cuando en la dentadura/ sientas un arma/Sientas un fuego/ correr dientes abajo/ buscando el centro.
Por eso y más te nos hiciste Serrat. Así nomás. Así de claro. Así de fuerte. Así de contundente. Así de cercano: Serrat.

Por eso para mí era un sueño entrevistarte aquella primera vez.
Y también la segunda y la tercera y las tantas siempre distintas. Aunque, aquí entre tú y yo, se me hace que he gozado más con nuestras conversaciones privadas. Irrepetibles, en más de un sentido. O en las tertulias con “ los cuates”, que adoptas en cuanto llegas a este México tan tuyo. A propósito, déjame rescatar algunos fagmentos de memoria, de lo tanto que tú y yo hemos hablado:

- Cuáles serían entonces las motivaciones fundamentales de tus canciones, claro, pero también de tu actitud vital.
- Para mí , la única motivación es el amor que tengo a la vida, el respeto que tengo para este hecho maravilloso de estar vivo y la necesidad de usar mis sentidos con verdad y dignidad.
- Y que lugar ocuparía la utopía en todo esto. ¿ No será que estás enamorado, obsesionado con ella?
- Pués seguramente yo estoy enamorado de la utopía, como estoy enamorado de las cosas que no tengo o las cosas que necesito y que no están... de las cosas que sueño y que quiero alcanzar. La utopía es una luz que nos lleva a un mundo más humano, más solidario, más justo, más como la mayoría de los seres humanos quisieramos.
Estoy absolutamente cierto querido Joan Manuel, que tienes sueños que sueñas y mundos que alcanzar, tan ingrávidos y gentiles como las pompas de jabón que te endosó Machado y que tú nos regalaste.

¿ Sabes ¿ Te digo todo esto porque me acojona saber que se te ha declarado un cáncer. Pero tú mismo valor- otra vez- cuando te oigo anunciarlo con tanta natualidad, y apostura. Con tu bonhomía de siempre, para explicarnos por qué no podrás venir en tu nueva gira a México.
Tengo que recordarte entonces , querido Juanito- nomás para los amigos- que Cuando el jilguero no puede cantar/ cuando el poeta es un peregrino/ cuando de nada nos sirve rezar/ Caminante no hay camino/ se hace camino al andar.
Y que, sirva o no, somos muchos los que rezaremos como a cada quién se le pegue la gana para que nos cantes de nuevo muy pronto.. A ambos lados de este río ancho y Atlántico que nos une y jamás nos separa. Allá: Ana, Víctor, Joaquín, Miguel, Alberto y tantos más. En esta ribera: Los Taibo, René, Gordita, Daniela, Tina, Marianela, Alejandra y todos los que nos unimos a Sabina para decirte y cantarte que : Detrás está la gente que necesita/ tu música bendita más que comer/ y el siglo que deshoja tu margarita/ Yo, de joven, quisiera ser como tú/ mi hermano Joan Manuel.
Así que te nos vas arrancando ese puñetero cáncer, porque hay miles de corazones que queremos seguir latiendo contigo.
Hasta pronto. Hasta siempre.


Material de archivo de Alfredo Arrieta Ortega.
México.
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Artículo publicado el el periódico EL UNIVERSAL. Lunes 1 de noviembre de 2004., pag A13.