EL MAR

EL MAR.


Es posible que ya me encuentre cansado después de haber recorrido sitios y sitios , lugares y lugares , y todo esto con qué propósito ?.
Es posible también que mi cuerpo se encuentre en los límites y quizá haya una congestión de arterias , órganos podridos , ideas confusas .
Así que por la tarde te voy a decir que cayó un aguacero que supo bañar a hombres y bestias , el agua azotaba las arterias básicas de esta ciudad .
Son casi las once y me encuentro con una gripa que no me deja respirar , recurro a un baño de agua caliente y no pretendo por lo que queda de hoy rasurarme .
Te digo que no me puse mi gorra de Joaquín Pardavé porque me encontraba rendido , y sin quererlo caí en un sueño bastante extraño :
Me encontraba en un río y en un mar al mismo tiempo , pero este mar pasaba por lo que conocemos como la Avenida Parque Lira y Constituyentes , no habían Pinos , solo agua y más agua .
Le dije a Andrés señalándole unos peces muertos , largos que con esos tamaños de animales la gente no tendría hambre .
Se me acercó un negro de los muchos que llegan de Senegal y ahora viven en Santa María la Ribera . El negro me dijo que si le regalaba una televisión que una vez llevó hasta el cuarto en dónde vivíamos con mis hermanos un joven de unos 35 que a la larga se casó con mi mamá . Era una televisión de antenas de conejo que yo , dirigía al satélite El Pájaro Madrugador y con esa señal dispuesta vería La patrulla de caminos , en blanco y negro .
Más tarde me quité los zapatos que usaba casi a huevo , mi mamá me los compraba , eran de hule y se llamaban sandak .
Ya con los pies descalzos me arrojé a las aguas caudalosas , y subía y bajaba entre ellas , luego en un oleaje de alegrías aparecía y desaparecía .
Salí del agua y saqué un hilito que llevaba en una bolsa era un teléfono no sé ni cómo marque pero el caso es que me contestaron . En la línea un hombre me escuchó para decirme al mismo tiempo que el negro me ofrecía dinero por la televisión, quedé que se la daría en cuanto me fuera posible . Son casi las seis de la madrugada , despierto rápidamente y al tratar de cambiarme trastabillaba a todos lados , aún mareado por el ajetreo del sueño …
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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México.