EL SUEÑO DEL INCENDIO

EL INCENDIO











Hay un sol que brilla en la noche, es 24 de Juliol , también descubro una especie de bruja que se pasea entre los halos de los poderosos rayos .

Por aquél sitio miro al un señor al que le dicen Moctezuma , el fue emperador de México , ahora es su ánima la que vaga por lo que fue su territorio ; La gran Tenochtitlán . Veo de reojo al tal Moctezuma , extiende la mano y le doy dos cincuenta , luego pienso que estos pinches indios no merecen más . El otrora emperador sin inmutarse reciba la dávida . Entonces penetro a Sears , esos sí son los dominios del poder , los lugares en donde se repira dinero , dinero . Donde los que lo poseen pueden presumir de llevarse con Dios de a cuartos pintos , de los que le hablan al tú por tú . ¿ A poco Dios podrá negarse al poder del euro ? .

Me paro en un ventanal y miro la Alameda añeja , abajo descubro una romería , venden de todo ; películas piratas , incienso , quesadillas de hongos , propaganda de héroes raros : Ho Chi Min , Mao Tse Tung , Che Guevara , Emiliano Zapata , Sub Comandante Marcos . Yo me río y me carcajio , mis héroes están aquí arriba en este piso cuarto ; Slim , Helú , Salinas Pliego , Samsung , Sony , Philips , Aipod , etc .

Unos señores cuchiquean a mis espaldas , luego me señalan al frente del ventanal , ocurre algo horrible : El Palacio de Bellas Artes se incendia , veo gente correr en desespero , también veo que los cristales de algunas ventanas se rompen por los excesos del calor , dos turistas gringos se arrojan por sus terrazas . La gente grita , buscan a los traga humos que no llegan . No se porque tengo cierto regocijo , nunca esperé que este teatro se quemara . Dicen que primero explotó un foco , provocando una chispa tan grande que alcanzó las cortinas de terciopelo rojo , luego el telón magnífico de mosaiquitos italianos se fue desmoronando , las butacas ardieron , los gatos que vivían en los bajos del teatro salieron chillando . Vi el alma de Platita la que acomodaba al público , también a un jefe de foro que se llamaba Armando y tenía un Ford mustang , por aquél sitio un utilero al que le decían Botello . Un viejito que solía pasearse por lo amplio del escenario y que todos le nombraban señor Cueto . También me vi vestido de negro y filipina , llevando café a los actores , vendiéndoles dulces a los jotos de Amalia Hernández . Hay un viejo de 93 años que cuida las puertas quién a cada rato era motivo de bromas pesadas ….

También un grosero de 18 años que cuando mentaba la madre lo hacía a todo pulmón, y la acústica lo magnificaba .

En la planta baja lo que era luneta aquél moreno flaco al que todos le decían El Piyuyey . Porque parecía pirulí de lo enclenque que estaba . Todos se quemaban , pero no exprimentaban dolor alguno , menos una queja o un reclamo . Es que el incendio era una especie de infierno cultural…

Original de Alfredo Arrieta Ortega.

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México.

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