LOS SUEÑOS ANTERIORES



LOS SUEÑOS ANTERIORES.

Ayer , me entretuve en los sueños que ya había tenido. Por eso tengo interés en volver a decirlo . Si es que estás en la posibilidad de saberlo .
Andaba pues en una motocicleta H Davison por las calles y avenidas del sueño . Eso es bueno porque en la vida real , no manejo esos artefactos del diablo .

Atrás de mí , abrazada a mi cintura la calaca tilica y flaca me apretaba feliz , era una calaca contenta que reía a carcajada abierta .

Llegamos rápido en medio de una construcción de enormes dimensiones . En lo alto algunos obreros de la cuchara y los fierros me aventaban artefactos y botes de cerveza . Los traté de contener pero ellos agresivos y borrachos continuaban con sus actos de euforia . Se reían entre ellos , burlándose de mi figura de Quijote . Opté por acudir a mi amiguita la calaca que presta se bajó de la motocicleta y comenzó a danzar un baile erótico , como aquél de la bailarina en la película de Tim Burton . Ella a los ojos de los matacuaces era una mujer hermosa vestida de rojo, al ritmo de su baile mostraba unos muslos fuertes que al menos se antojaban , mostraba sus manos como si fuera una bailarina árabe y los llamaba con esos movimientos suaves de ven ven . Los albañiles deseosos de alcanzarla y poseerla se aventaban al vacío y cuando lograban reflexionar sobre su estupidez ellos ya estaban en el viaje de la muerte . Caían como tomates españoles , se estrellaban al suelo en medio de explosiones de sangre . Mi amor la muerte se reía con sorna , por momentos se parecía a aquella actriz chafona que representaba a una maestra en un programa de televisión comercial .

Cuando todos ellos murieron , llamé a la muerte para que subiera a la motocicleta . Me abrazo nuevamente y salimos como pedos disparados a ver que encontrabamos .
Ahora estoy detenido en la inspiración del sueño menor , el frío se apoderó de mi cuerpo . No logro calentar . Mis rodillas están como hielos , me cascabelean los dientes e incluso se me cae alguno .
La calaca entra conmigo a un edificio escolar. Allí en ese lugar cursé los primeros años de mi vida . La escuela aún existe se llama Tiburcia García G Viuda de Gómez .

En su interior se encuentra un salón en donde hay un espectáculo inesperado . Un hombre con la cara untada de crema se exprime los granos . A leguas se presume que el acné fue su principal enemigo . Se sienta y comienza a decir unos versos de Pablo Neruda : “ Puedo escribir los versos más tristes esta noche ”. La gente lo escucha como si del poeta de la isla negra se tratara .
De un lado del salón aparece Alberto Cortéz , se sienta al piano y lo comienza a tocar . Inicia con Retrato de Antonio Machado . Alberto mueve los dedos con habilidad . Su aspecto es el de cuando tenía unos 25 años . Vestía de negro satín . Sus zapatos también eran negros . Que buen compositor es Alberto Cortez.

La calaca me pregunta sobre otras composiciones de Alberto . Mientras le doy un codazo para que se calle la boca . Se sienta al lado de Alberto pero él no la ve . La gente aplaude complacida .
Después salimos directos a un panteón . La calaca abre la puerta y entra lentamente , yo me quedo en la calle y ella con una flor amarilla en la mano me dice adiós y desaparece .

Original de Alfredo Arrieta Ortega.

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México.
Diciembre 19 . 2006.

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