NADIE1

NADIE






“ Puedo escribir los versos más tristes esta noche “.

Pablo Neruda .

A pesar de la dificultad de vivir entre más de 104 millones de habitantes, te digo que el individuo hoy por hoy se encuentra aislado. ¿ Cómo llegó a eso ? Ni él mismo lo sabe, fue paulatino , como cuando se bebe un jarabe para la tos , y no se percata que las flemas no se le quitan . Toma thés de amargo sabor y vive en la suavidad del mate , vive descalzo , nunca trae un centavo partido , sale a la noche y mira a un señor sesentón que vende chocolates a los que pasan . Después al filo de las once para las doce , se tira sobre la banqueta y comienza a hablar solo . Su alma se va de juerga , se tapa con un diario de esa tarde . Por allá , se encuentra una puta vejestoria que lleva los cabellos pintados de platino , y en la cara puedes apreciar un hoyito que le dejó la viruela . Se pasea buscando animales de la noche , desliza sus pasos por las calles de Insurgentes norte , y la gente va , unos la miran con cierta lástima , otros la ven como una piruja ridícula , senil , que mejor sería se dedicara a otra cosa mariposa .

Pasa un amor , que descansa sobre los andenes del metrobús, tiene una tetas que enamoran , tiene una cara que no se olvida, también fuma unos tabacos rubios , me la imagino en mi cama, y se diluye la musa , en el aire de este abril .

En una calle aledaña , ocurre un choque , dos o tres borrachos, perdidos en el mar del alcohol , terminan muertos , llegan las patrullas policiales , rodean los cuerpos que se escaparon de la vida , ahí están tirados , sangrando por las cabezas ,también por las manos . Un reportero gráfico toma fotografías a las sábanas blancas , también a los cadáveres . Ignora que al revelar las fotos , aparecerá la imagen de la muerte vestida como quién va al matrimonio .

Camino entre la lluvia súbita y maldigo no haber vuelto a fumar , a arrojar las fumarolas por la boca y evocar los tiempos idos en que yo fui un muchacho .

Traigo una flor en la mano y la arrojo a la banqueta , después pasa un negro bantú , que tararea algún canto y se va entre los ruidos del exceso , entre las turbiedades y las luces…

Ahora aparezco en las madrugadas desoladas , en donde voy en medio del océano de las cosas olvidadas . Viajo en medio de una especie de barca que más bien parece un cubo rubik, viajo entre las olas y el mar me lleva, voy como esos náufragos sin destino alguno , es posible que llegue hasta la inmensidad del mar cósmico. Hay estrellas del sur , intuyo que me estoy acercando a Argentina, y lo sé porque miro pingüinos y algunas aves especiales del fin del continente . Me siento sobre la piedra de la luna y divago en un poema de Pablo Neruda , ese que dice sobre los versos más tristes de esta noche.

Llega un gato blanco con unos ojos grises y azules , se acerca y me lame la mano en agradecimiento pleno , lo tomo entre mis brazos y comienza su ronroneo .

Original de Alfredo Arrieta Ortega.

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alfredoarrieta@terra.com.mx

México.

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