ORA SI QUE LA TORCIMOS



ORA SI QUE LA TORCIMOS.

Me encuentro en una situación desesperada. Y ni yo mismo sé porque debo de pagar por esto.

Todo comenzó cuando aquella tarde noche de mis sueños , me encontraba tomando plácidamente una taza de café brasileño . Se acercó mi alter ego para retarme a que era mejor que yo . Eso la lo sé , siempre lo has sido. Así que ahora no veo el caso de que vengas a retarme . En todo me ganas , así que para qué compito contigo . Mi yo , me propuso que mirara esa enorme pared de más de ocho pisos. Sí logras colocar tantos muebles uno encima de otro y al final te subes en ellos me habrás ganado .

Yo no quería hacerlo pero fue tanta su insistencia que para hacerlo quedar mal me puse manos a la opus.

Si yo estaba tan a gusto en los linderos del sueño cubierto por mis cobijas , calentado por mis gatos.Pero un Arrieta nunca de los nuncas se deja doblegar y menos por un pendejo .
Busqué cuantos muebles pude . Primero una mesa que alguna vez fue usada por unos arquitectos . Era una mesa de roble , muy pesada que no servía para comer porque los platos te quedaban muy arriba , al ras de la barba . Después un escritorio gris de los años cuarenta que mi tío Ernesto usaba en la casa de Mixcoac . Este quedó abandonado y yo mismo y mi hermano Fernando lo usamos como mueble para guardar la poca ropa que teníamos .

Ya encarrerados en el plan coloqué con mis propias manos un ropero de doble luna que tenía mi abuela Camerina . Este en verdad era un ropero antiguo . Allí mi abuela guardaba cuantas cosas te puedas imaginar.
Era un mueble muy pesado pero como estoy metido en los pleno del sueño las cosas son livianas, las puedes levantar con la palma de la mano , aventarlas a dónde quieras , soplarle y ellas mismas se colocan según sean los deseos .

Coloqué sillas , un mesabancos que en la escuela primaria me hicieron comprar. Era lindo mi mesa banco.
Primero lo pinté de azul , más adelante le puse mi firma : Galante con las mujeres ”. Lo malo es que otros niños con sus cuchillos comenzaron a rayarlo hasta dejarle todo tipo de leyendas . Creo que la que más problemas me causó fue esa que decía : “ Mi maestra Martha es una puta ¡ . Y la mera verdad que yo a esas edades no sabía ni siquiera lo que era ser puta .

La maestra descubrió el mensaje y me castigó de esta manera : Primeramente me colocó unos bloques de tabiques en la manos y yo los tenía que levantar con las dos manos . Estaba en medio del patio . Los demás niños traidores , los verdaderos responsables pasaban cerca de mí y se reían, al mismo tiempo que cantaban una canción : Mi maestra Martha es una puta….¡ .
Intenté poner en la pila de muebles un taburete pero este me fue difícil encontrarlo nunca tuve en mi posesión un taburete . Encaramé una vitrina que primero fue de tonos en barniz café , finamente tratada, luego mi hermano en su mundo oscuro la fue cambiando hasta dejarla negra de brochazos. Esa vitrina fue protagonista del hambre de todos. Mi abuela sacaba por las mañanas sus llaves de cobre , esas llaves antiguas en una especie de racimo hasta que daba con la llave indicada . Miraba para todos los lados y abría rápidamente para sacar unos blanquillos contados uno a uno . El primero era para Chelo , el número dos para su papá Valdemar, el tercero y cuarto estaban destinados al huevón de Eduardo . Es que él como era el intelectual y el más flaquito pués debía comer dos huevos estrellados . El quinto de color blanco era para Fernando , y por último el huevo número seis era para un seguro servidor .

Luego , llegó mi papá con unas camas que le sobraban y también las apilé . La cima iba creciendo ya casi alcanzaba los ocho pisos .

Ya en las alturas le gritaba a mi alter que me aventara más y más cosas ,más y más muebles . Él cagado de risa me lanzó un caballito roncy de esos caballos que se mecían porque en sus patas le colocaron unos resortes . Para esos momentos todos los muebles se balanceaban caerían de cualquier forma. Para evitar el colapso procedí a colocarme de espaldas al edificio. ¿ ¿Para qué me metí en esto ?

Abajo mi padre sentado cómodamente en un sillón me miraba como diciendo ; a qué horas se cae este cabrón ¡ . Un individuo parecido a Nosferatu le daba tratamiento a sus manos. Le colocaba unos guantes trasparentes , se los pegaba con grapas. No caí porque yo soy el que existo , aún a pesar de que esto sea un sueño. Mi alter no está por ninguna parte , el único reclamo fue que desperté con un enfriamiento en la espalda y a orillas de la cama , casi al vacío cerca de mis pantunflas de tenis .

Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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alfredoarrieta@terra.com.mx
México.
Posted by Alfredo Arrieta at 2:59 PM

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